Sí, abro el comentario de hoy con esta cuestión que hacía tiempo rondaba por mi cabeza.
Sí, ha resurgido después de haber escuchado a la diseñadora madrileña Alma Aguilar en la inauguración de la segunda exposición que realizan en la Gran Manzana de Nueva York (Trump Soho Hotel Condominium), varios de los diseñadores pertenecientes a la Asociación de Creadores Moda de España (ACME),con los mejores diseños que han exhibido este año en la Pasarela Cibeles.
Vuelvo a la pregunta inicial y retomo las palabras de Alma Aguilar en la entrevista que le hacían durante este evento donde ella hacía especial hincapié en que allí la gente, refiriéndose al público neoyorkino, compraba ropa en función de la atención que despertase el modelo en sí, por su diseño, color, forma de quedar al cuerpo, etc., pero no porque la marca fuera de tal o cual diseñador.
Sí, ha resurgido después de haber escuchado a la diseñadora madrileña Alma Aguilar en la inauguración de la segunda exposición que realizan en la Gran Manzana de Nueva York (Trump Soho Hotel Condominium), varios de los diseñadores pertenecientes a la Asociación de Creadores Moda de España (ACME),con los mejores diseños que han exhibido este año en la Pasarela Cibeles.
Vuelvo a la pregunta inicial y retomo las palabras de Alma Aguilar en la entrevista que le hacían durante este evento donde ella hacía especial hincapié en que allí la gente, refiriéndose al público neoyorkino, compraba ropa en función de la atención que despertase el modelo en sí, por su diseño, color, forma de quedar al cuerpo, etc., pero no porque la marca fuera de tal o cual diseñador.
Y recuerdo un reportaje de los que emiten en el canal Cosmopolitan, donde una estrella del cine o la música estadounidense, se va de compras con el equipo de producción del programa, cámara en ristre, para mostrar al público sus lugares favoritos donde suelen adquirir modelitos y complementos. Creo recordar que esa vez le tocaba a Eva Mendes y cuál no fue mi sorpresa cuando en una de estas tiendas, al probarse varias prendas escogidas al azar de diferentes diseñadores de renombre internacional y salir del probador con la elegida por ser la que mejor le sentaba, la cámara enfoca la etiqueta y pone un nombre de una diseñadora, conocida pero aquí en España porque por lo que se ve la actriz no sabía quién era.
Esto es a lo que se refiere Alma Aguilar. Al diferente concepto para vestirnos que tenemos en uno y otro continente. Debe ser que aquí no se está tranquilo si uno confía en su propio gusto para escoger ropa de marcas desconocidas o productos sin marca, y es mejor para acertar, irse directo a vestirse de arriba-abajo de marcas "seguras" y sobre todo conocidas donde si es posible la etiqueta o logos vengan por fuera para que se vean bien.
Qué poca personalidad, ¿no?
Creo que no hay cosa más aburrida que una persona "plusmarquista" con todo lo que lleve encima. ¿Vosotros que opináis?
1 comentario:
Estoy de acuerdo contigo, lo primordial a la hora de vestir es buscar que el modelito en cuestión te siente bien, eso ante todo, y auque ello suponga quedarse muchas veces al margen de los dictámenes de la moda o de los diseñadores y marcas de moda. Un modelo de un diseñador o marca desconocida puede sentar igual de bien o mejor que otro de un plusmarquista.
Lo que sí es cierto es que las marcas son marcas por algo, porque a lo largo de los años han demostrado que ofrecen una calidad material y de elaboración que las diferencian entre otras. Me viene a la cabeza por ejemplo los míticos polos Lacoste o Fred Perry. A mi me sorprende la de puestas y lavados que pueden llegar a tener estas prendas de vestir y parecer nuevas.
Lo que si me parece una tontería es llevar imitaciones de marcas carísimas que en España no son asequibles para el común de los mortales, y ello por el simple hecho de que los originales ni siquiera tienen mercado en la 90% de nuestras ciudades. Valga por ejemplo los consabidos bolsos Luis Vuitton o Dior, relojes de Chanel, y tantas cosas más. Esto, como dices tú, sí que refleja tener poca personalidad.
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