Ascot

Me encanta echar un vistazo a las propuestas que todos los años nos enseñan las adeptas a los sombreros en un acontecimiento tan señalado como las carreras de Ascot, BerKshire condado de Inglaterra, país que para mí es la cuna de este complemento.

El origen de Ascot se remonta a 1711, cuando la reina Ana de Inglaterra (1665-1714) ordenó celebrar una carrera entre siete caballos de 76 kilos de peso cada uno. En 1813, el Parlamento del Reino Unido promulgó una ley que estableció el uso de Ascot como hipódromo para el disfrute del público, pese a ser una posesión de la Corona.

La etiqueta para acudir el evento exige, aparte de prohibir desde hace 2 años vestidos de tirantes finos, hombros al aire, minifaldas exageradas, etc. por lo que se estaba viendo en tan rancio y clásico evento, que las mujeres vayan tocadas con una pamela o adorno de plumas. Respecto a los hombres, el nuevo código exige chistera, frac de día y chaleco, atuendo que -subrayan las autoridades de Ascot- no es negociable en el Recinto Real, no así en la zona general en la que vale con acudir en chaqueta y corbata y que las señoras vayan elegantemente vestidas.